En esta ocasión David y Carlos hicimos este barranco seco, situado en el término municipal de Arcos de las Salinas, Teruel, aunque está más cerca del casco urbano de Losilla, en la provincia de Valencia.

Algunos compañeros del club ya habían hecho este vertical barranco donde los rápeles están prácticamente encadenados. De hecho, en un par de puntos pasamos el cabo que estábamos recuperando directamente por la siguiente instalación. El primer rápel, que es el más largo, tiene unos 40 metros, aunque el último resalte se puede destrepar, y en ese caso sería un poco más corto.


David en el primer rápel

La geología de este barranco es muy peculiar, con rocas formando estratos. Un inconveniente es que hay muchas piedras de pequeño tamaño que podemos tirar por accidente al de abajo mientras rapelamos. Además existen múltiples resaltes en la mayoría de rápeles, que hacen que las cuerdas rocen bastante.

El rápel de 35 metros



Lugar de película para una emboscada 

Al final salimos al río de Arcos, que siempre tiene agua, y que hay que cruzar un par de veces. Quizás por ser verano o por la sequía que arrastramos, fue pan comido.

Nosotros dejamos un coche en la antepenúltima curva antes de llegar al molino, y se agradeció porque aunque el barranco lo hicimos íntegramente a la sombra (tiene orientación E), el sol ya calentaba en las emes que suben del molino a Losilla. Siendo dos personas, nos llevó unas 2:15 horas desde el parking de inicio al de fin.