Por enésima vez nos acercamos a refrescarnos en este espectacular y encajonado barranco acuático, al que se accede desde Losilla, a pesar de estar en el término de Arcos. Ibamos gente de Aras y de Titaguas, en total 7 adultos y 4 niños. Bueno, adultos enjugazados, jeje.

Estos últimos años hay mucha sequía y había menos agua, pero aún así se podía bajar con normalidad, saltando al agua en los sitios habituales. Se toca ligeramente con los pies en el fondo en los saltos, pero sin peligro. Y sigue habiendo algún sitio en el que hace falta nadar. No hacen falta cuerdas ya que hay instaladas algunas fijas.

Como el día era caluroso, decidimos remontar el barranco una vez llegamos al final, en lugar de volver por la senda que sale a la derecha.